sábado, 9 de octubre de 2010

Mondo Crudele

"So I be written in the Book of Love; I do not care about that Book above. Erase my name, or write it as you will, So I be written in the Book of Love.”
(Extracto del Rubayat, por Omar Khayyam)

"A 13 year old boy in Texas shot himself in the head after years of bullying and torment for being gay. Seth Walsh, also 13, hung himself from a backyard tree. Tyler Clementi, 18, a freshman at Rutgers, jumped off the GW Bridge after his roommate broadcast a video of Tyler with another guy. Today, I STAND UP TO THOSE BULLIES in their honor. If you care to STAND UP with me, please post this"
(Tomado de un mensaje de estado en Facebook)


Honestamente no sé cómo empezar este comentario, así que les pido perdón por no cuidar el estilo y por los lugares comunes que puedan aparecer acá.  Entiendo que mi opinión puede ser muy similar, si no la misma, a la que ustedes tienen sobre temas como el abuso, los derechos de la comunidad LGBT y la intolerancia y que esto solo cumple una función reiterativa que puede convertirse en un párrafo moralizante.  Entiendo que no es mi responsabilidad educar a nadie sobre Derechos Humanos o que no tengo más herramientas que cualquier otra persona para hablar de temas como la dignidad o el respeto.  Además reconozco que no siempre he tratado de ser ecuánime y que no estoy exento de prejuicios.  Simplemente soy alguien que valora su propia opinión.

Amar es complicado. Implica reconocer nuestros vacíos y nuestros errores.  Cuando decidimos (o cuando no podemos evitar) amar a alguien nos enfrentamos a los límites de nuestras creencias y de nuestras emociones.  No hay rabia más grande ni pasión más profunda que la que se siente cuando se ama.  Muchas veces, nuestros defectos son más que las virtudes que podemos aportar en una relación y, después de dar esa parte de nosotros que consideramos un misterio que solo alguien más puede revelar, podemos pensar en un futuro o detener un proceso que acarrea más sufrimiento que realización.  Hay quienes están dispuestos a resistir un poco más, a sacrificar las satisfacciones más inmediatas para encontrar algo más.  Nos mueve la curiosidad, el miedo a estar solos, el deseo, el temor a la muerte, la vanidad... y el amor.

La adolescencia es un período confuso y solitario en el que tratamos de separar nuestra "personalidad" de nuestro entorno.  Es un proceso en el que descartamos lo que nos sirve y lo que nos impide crecer.  Somos afortunados si encontramos amigos en el proceso y lo somos más si sabemos conservarlos a través de los años.  La necesidad de entender más y de ponernos a prueba contra los impulsos que buscan un recipiente en alguien más, la incapacidad de mostrar o de buscar afecto en otros (porque todos estábamos igual de confundidos), la rabia... todo hace parte de un momento complicado en la vida. Todo momento de nuestras vidas es confuso, pero este lo es particularmente más. A veces pido perdón en silencio por todos los errores que cometí en ese entonces y procuro no cometerlos.

Con todo esto... ¿por qué hay jóvenes que luchan o que se exponen a la opinión ajena?  Porque el amor no es un fin en sí mismo: es una oportunidad.  Cuando amamos, aprendemos más de nosotros mismos, aprendemos de los demás, aprendemos de las dinámicas entre seres humanos y esta información cambia nuestro código genético, adhiriéndose a nuestro ADN y obligándonos a ser más compasivos, más tolerantes, obligándonos a improvisar, a negociar, a explorar el límite de nuestra paciencia y de nuestros deseos.  Amar nos obliga a evolucionar como seres humanos y es un proceso que nunca termina (así las relaciones terminen).  A veces duele, a veces lastima, a veces da rabia... pero es una oportunidad, no muy distinta de escalar una montaña para ver el mundo desde la cima.  A veces se triunfa, a veces no.  Solo se puede seguir intentando.

¿Quiénes somos nosotros para decidir qué y cómo se debe amar?  Eartha Kitt, la Gatúbela de la serie sesentera de Batman, dijo "Siempre aprendo algo nuevo.  Mi diploma será la tumba".  Todos los días obtenemos algo de información sobre nosotros mismos y, con algo de suerte, sobre lo que amamos.  Esta información no tiene ningún valor si no nos sirve para entender mejor a los demás.  Si un hombre ama a otro, si una mujer ama a otra, si alguien ama a ambos... no tenemos la autoridad para decidir si es un error.  Podemos no estar de acuerdo, pero nadie tiene el derecho de imponer estas opiniones como verdades absolutas y juzgar a alguien por sus preferencias y decisiones.  El amor es la única herramienta que tenemos para evolucionar.  Cada día tengo que luchar contra mis propios prejuicios y, muchas veces, pierdo muchas batallas en una guerra que no termina.  No me interesa ser políticamente correcto, no me interesa ser condescendiente... quiero aceptar el mundo tal y como es.  Es complicado, pero no es imposible.

Nuestra historia moderna es la de un mundo cruel.  No creo en una vida después de la muerte y lo único que puedo hacer es ofrecer mis condolencias y mi solidaridad a las familias de las víctimas de la discriminación. y el abuso.  Solo puedo ofrecer mi apoyo, mi respeto y mi tiempo a quienes sufren silenciosamente.  No soy más que alguien con una opinión y mucho tiempo libre.  El mundo es un sitio cruel y nadie debe enfrentarlo solo.

De nuevo, les pido perdón por el tono cursi de este comentario.  Los perpetradores, criminales y abusivos tendrán todo el cubrimiento de los medios y siempre habrá una voz que se oponga firmemente.  Yo solo puedo ofrecer la poca comprensión que tengo.  No es mucho, pero es todo lo que tengo. 








3 comentarios:

  1. Siempre es difícil, por no decir casi imposible escribir de cosas tan absolutas y quiméricas como el amor o dios... Y sin embargo, siempre hay una parte tangible... Yo lo entiendo como la luz y la sombra; más que el amor, puedo ver la falta de éste en cosas como la intolerancia o el egoísmo... No entiendo mucho la mecánica del amor, no es mi fuerte, pero si logro ver la fuerza destructora que puede tener la falta del mismo... Y asusta...
    Yo creo que nos hemos criado en una sociedad que tiene por estandartes la tolerancia y la solidaridad con el otro, pero esos estandartes se oponen a la función del caballo de guerra capitalista que al final de cuentas es quien lidera la batalla.
    Crecemos creyendo que basta con aceptar al amigo negro de uno porque es negro pero se nos olvida que toca incluir dentro del "combo" de la tolerancia a todos, inclusive a los que no son nuestros amigos y con quienes no nos tomaríamos ni un tinto.
    Finalmente... creo que a los "Bullies" les falta tanto amor como aquellos que se sintieron "desamados"... Cuesta trabajo y tiempo aprender a amar... Más que la adolescencia, toda la vida.

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  2. Es casi una pesadilla distópica donde el amor es un bien suntuario. Yo tampoco entiendo mucho del amor. Puedo hablar de lo que necesito como parte de una relación, pero mi habilidad para ser empático es relativamente nueva y todavía tengo mucho por aprender y experimentar. Definitivamente cuesta trabajo y tiempo, pero la recompensa es grande.

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  3. Compañero, si quiere pille mi blog. Por ahí escribí una entrada, bastante autorreferencial partiendo de la suya.

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