jueves, 21 de octubre de 2010

Eutanasia (o "editorial con título provocativo y alegórico")

Desde que leí "El Enterrador" de Thomas Lynch, he pensado que nuestra sociedad ha perdido la capacidad de discutir, de aceptar que las contradicciones son inherentes al ser humano y de celebrar la heterogeneidad. 

En su ensayo "Crapper", Lynch traza una alegoría entre nuestra incapacidad de lidiar con la adversidad y nuestros hábitos excretorios.  El inodoro cambió la forma en la que nos relacionamos con la corruptibilidad de la carne, la tecnología nos ha vuelto distantes de nuestra inescapable vulnerabilidad.

Negarle el acceso a alguien en una red social ("eliminar" o "bloquear") es una especie de muerte piadosa:  Cortamos los canales de información para evitar el sufrimiento.  Nuestro.  Ajeno.  Mutuo.  Hace algunos años, sería entendible considerar este homicidio virtual como algo inmaduro, sin mayor relevancia.  "Es solo Internet".  Pero nuestra capacidad de relacionarnos se puede equiparar a nuestra habilidad de administrar y discriminar información.  Lo hacemos en la vida real.  Las redes sociales son parte de esa vida real porque son pocos los nodos infomativos que permitan o aboguen por el anonimato.  No hay un avatar.

Internet nos permite rodearnos de gente que reafirma nuestras opiniones.  Casi todos los grupos de Facebook se crean sobre lugares comunes y, tras un intercambio de anécdotas, el entusiasmo se va apagando hasta que ese grupo se convierte en una huella residual de algo en lo que ya no participamos.  No hay valor estadístico en la disidencia (Solo hay un botón de "me gusta").

Reconozco que mi habilidad para discutir se ha mermado bastante.  Últimamente, me veo en aprietos para poner ejemplos tangibles de las cosas que trato de decir. Tras hacer una demostración de un punto, pierdo mi equilibrio cuando alguien me pide ejemplos o casos.  Supongo que es algo así como un "síndrome de semiosis involuntaria" en el que, súbitamente, creo que el discurso es el ejemplo.  En mi cabeza, soy claro y espero a que mi interlocutor corrobore lo que digo por su cuenta. No solo me desespera estar equivocado sino ser incapaz de demostar que tengo la razón cuando creo tenerla.

Siento que me he rodeado de gente que tiende a estar de acuerdo conmigo y, a veces, solo quisiera un contendor que me permita poner a prueba los límites de mis creencias. A veces solo quiero salir de mi "zona de comfort", así sea temporalmente para recolectar ejemplos y no darme a mí mismo por sentado.  Quizá a través del ejercicio me afecte menos desconocer algo o estar equivocado en algo más.

Es más fácil "eliminar", "bloquear", "borrar" (y vaya uno a saber si "vaporizar", "deconstruir" o lo que tengan en mente las nuevas redes sociales) que discutir, pelear, aprender, enseñar.  Espero que esas habilidades no se atrofien jamás.

viernes, 15 de octubre de 2010

El Museo de Las Religiones

Algún día (uno de esos en los que ninguno de nosotros estará) habrá un Museo de las Religiones. Lo imagino como un edificio enorme, sobrio de muy buen gusto.  No importa mucho en qué ciudad, pues habrá exhibiciones itinerantes por todo el mundo.  Supongo que, para entonces, la tecnología habrá acortado algunas distancias más y la experiencia virtual será casi tan enriquecedora como la real.

En el Museo de las Religiones se exhibirán piezas y muestras representativas de cada religión.  Sus visitantes podrán ver las creencias, los rituales y las comunidades a través del lente de la antropología y el transhumanismo.  Cada religión contará con una extensa base de datos donde se compilarán hechos, textos sagrados, información multimedia para consultas y comparaciones.

La gente irá para aprender un poco más de sus antecesores y entender algunas de las decisiones (buenas y malas) que éstos tomaron.  Estoy siendo optimista: posiblemente a ellos les interese comprender su pasado para entender nuestro futuro.

Pero, sobre todo, el Museo de las Religiones será un lugar de celebración tanto de la locura teológica como de la Humanidad que se emancipó de ésta.

lunes, 11 de octubre de 2010

Símbolo

“Signo es cualquier cosa que pueda considerarse como substituto significante de cualquier otra cosa. Esa cualquier otra cosa no debe necesariamente existir ni debe subsistir de hecho en el momento en que el signo la represente”


Creo que lo único que puedo ofrecer esta vez es una pregunta:  Si el símbolo es la representación de lo que no está o lo que no existe en el momento, ¿No es un error precipitarnos a buscar símbolos antes de buscar lo que reemplazan?
La "colombianidad" contemporánea invierte el proceso semiótico.  Crea los símbolos y luego los ideales.  O, por lo menos, los símbolos aparecen primero que las ideas.

Nuestros símbolos patrios surgieron como manifestación de un país emancipado.  Fueron el producto y no la causa de una revolución.  Fue necesario afirmarnos como colombianos y la idea de una nación incipiente quedó plasmada en la bandera.

Varias veces he visto encuestas que buscan vislumbrar cuál es el símbolo de Colombia.  Semana resolvió que lo era el sombrero vueltiao (¿volteao?  ¿vuelteado?).  "Representa una semiótica. Habla por un pueblo. En sí, lleva una geografía, una historia, una antropología (...)".  ¿Quién hizo esta propuesta?

Me gusta esa idea de Colombia, pero no es lo que vivimos.

Si me permiten hacer una propuesta, me gustaría postular la espada de Bolivar (la que robó el M-19 el 19 de enero de 1974 y que fue devuelta el 31 de enero de 1991).  La espada en manos de Bolivar representó la lucha de un pueblo que se estaba forjando a sí mismo.  Su robo fue la tergiversación de esos ideales y su retorno un gesto ambigüo, tan amistoso como interesado.  Es una síntesis somerísima de nuestra historia moderna.

O, tal vez, necesitemos menos símbolos y más realidades. 

Los símbolos ocupan el lugar de aquello que ya no está.  Necesitamos menos acciones simbólicas o, de lo contrario, corremos el riesgo de vivir en un país imaginario.

Ateísmo en América Latina



Mi debut en YouTube. Un poco reiterativo, pero es un primerazo.

domingo, 10 de octubre de 2010

Misceláneas, desordenadas y desveladas (2)

  • In-prudencia me recuerda por qué seguí bloggeando.  Comencé a bloggear cuando una chica con la que salía me hizo uno de los regalos de cumpleaños más chimbos y tardíos de mi vida:  mi propio blog, con una plantilla rudimentaria que me tiré pendejeando con HTML.  Seguí bloggeando porque no puedo parar de escribir, porque creo que la Realidad está compuesta de pequeñas verdades e historias, porque los blogs permiten estructurar ideas más fácilmente y porque uno termina conociendo toda clase de ñoños, geeks, bichos raros y gente que tiene algo que decir en sus feudos bloggeriles.
  • No sé que pensar sobre la intro que escribió y dirigió Banksy para Los Simpsons. ¿La crítica va hacia la explotación?  ¿Hacia Fox?  ¿Tiene algo que ver con la concesión del Nobel a Lu Xiaobo?  Más rating para una serie de un conglomerado que ha sido la voz del conservatismo estadounidense.
  • Me gustaría encontrar más contenidos sobre ateísmo y escepticismo para hispanoparlantes. Si ustedes son ateos y tienen blogs, déjenme un mensaje.
  • Nunca he tenido la necesidad, la razón o la oportunidad de quemar una bandera colombiana.  A los estadounidenses les preocupa bastante el asunto de quemar símbolos patrios.  ¿Es ilegal en Colombia quemar una bandera tricolor?  Si alguien sabe algo de leyes, que me eche una mano.  (aprovecho para recordarme escribir un artículo sobre los símbolos mañana...)
Si se me ocurre algo más que escribir, lo pongo más tarde.

sábado, 9 de octubre de 2010

Mondo Crudele

"So I be written in the Book of Love; I do not care about that Book above. Erase my name, or write it as you will, So I be written in the Book of Love.”
(Extracto del Rubayat, por Omar Khayyam)

"A 13 year old boy in Texas shot himself in the head after years of bullying and torment for being gay. Seth Walsh, also 13, hung himself from a backyard tree. Tyler Clementi, 18, a freshman at Rutgers, jumped off the GW Bridge after his roommate broadcast a video of Tyler with another guy. Today, I STAND UP TO THOSE BULLIES in their honor. If you care to STAND UP with me, please post this"
(Tomado de un mensaje de estado en Facebook)


Honestamente no sé cómo empezar este comentario, así que les pido perdón por no cuidar el estilo y por los lugares comunes que puedan aparecer acá.  Entiendo que mi opinión puede ser muy similar, si no la misma, a la que ustedes tienen sobre temas como el abuso, los derechos de la comunidad LGBT y la intolerancia y que esto solo cumple una función reiterativa que puede convertirse en un párrafo moralizante.  Entiendo que no es mi responsabilidad educar a nadie sobre Derechos Humanos o que no tengo más herramientas que cualquier otra persona para hablar de temas como la dignidad o el respeto.  Además reconozco que no siempre he tratado de ser ecuánime y que no estoy exento de prejuicios.  Simplemente soy alguien que valora su propia opinión.

Amar es complicado. Implica reconocer nuestros vacíos y nuestros errores.  Cuando decidimos (o cuando no podemos evitar) amar a alguien nos enfrentamos a los límites de nuestras creencias y de nuestras emociones.  No hay rabia más grande ni pasión más profunda que la que se siente cuando se ama.  Muchas veces, nuestros defectos son más que las virtudes que podemos aportar en una relación y, después de dar esa parte de nosotros que consideramos un misterio que solo alguien más puede revelar, podemos pensar en un futuro o detener un proceso que acarrea más sufrimiento que realización.  Hay quienes están dispuestos a resistir un poco más, a sacrificar las satisfacciones más inmediatas para encontrar algo más.  Nos mueve la curiosidad, el miedo a estar solos, el deseo, el temor a la muerte, la vanidad... y el amor.

La adolescencia es un período confuso y solitario en el que tratamos de separar nuestra "personalidad" de nuestro entorno.  Es un proceso en el que descartamos lo que nos sirve y lo que nos impide crecer.  Somos afortunados si encontramos amigos en el proceso y lo somos más si sabemos conservarlos a través de los años.  La necesidad de entender más y de ponernos a prueba contra los impulsos que buscan un recipiente en alguien más, la incapacidad de mostrar o de buscar afecto en otros (porque todos estábamos igual de confundidos), la rabia... todo hace parte de un momento complicado en la vida. Todo momento de nuestras vidas es confuso, pero este lo es particularmente más. A veces pido perdón en silencio por todos los errores que cometí en ese entonces y procuro no cometerlos.

Con todo esto... ¿por qué hay jóvenes que luchan o que se exponen a la opinión ajena?  Porque el amor no es un fin en sí mismo: es una oportunidad.  Cuando amamos, aprendemos más de nosotros mismos, aprendemos de los demás, aprendemos de las dinámicas entre seres humanos y esta información cambia nuestro código genético, adhiriéndose a nuestro ADN y obligándonos a ser más compasivos, más tolerantes, obligándonos a improvisar, a negociar, a explorar el límite de nuestra paciencia y de nuestros deseos.  Amar nos obliga a evolucionar como seres humanos y es un proceso que nunca termina (así las relaciones terminen).  A veces duele, a veces lastima, a veces da rabia... pero es una oportunidad, no muy distinta de escalar una montaña para ver el mundo desde la cima.  A veces se triunfa, a veces no.  Solo se puede seguir intentando.

¿Quiénes somos nosotros para decidir qué y cómo se debe amar?  Eartha Kitt, la Gatúbela de la serie sesentera de Batman, dijo "Siempre aprendo algo nuevo.  Mi diploma será la tumba".  Todos los días obtenemos algo de información sobre nosotros mismos y, con algo de suerte, sobre lo que amamos.  Esta información no tiene ningún valor si no nos sirve para entender mejor a los demás.  Si un hombre ama a otro, si una mujer ama a otra, si alguien ama a ambos... no tenemos la autoridad para decidir si es un error.  Podemos no estar de acuerdo, pero nadie tiene el derecho de imponer estas opiniones como verdades absolutas y juzgar a alguien por sus preferencias y decisiones.  El amor es la única herramienta que tenemos para evolucionar.  Cada día tengo que luchar contra mis propios prejuicios y, muchas veces, pierdo muchas batallas en una guerra que no termina.  No me interesa ser políticamente correcto, no me interesa ser condescendiente... quiero aceptar el mundo tal y como es.  Es complicado, pero no es imposible.

Nuestra historia moderna es la de un mundo cruel.  No creo en una vida después de la muerte y lo único que puedo hacer es ofrecer mis condolencias y mi solidaridad a las familias de las víctimas de la discriminación. y el abuso.  Solo puedo ofrecer mi apoyo, mi respeto y mi tiempo a quienes sufren silenciosamente.  No soy más que alguien con una opinión y mucho tiempo libre.  El mundo es un sitio cruel y nadie debe enfrentarlo solo.

De nuevo, les pido perdón por el tono cursi de este comentario.  Los perpetradores, criminales y abusivos tendrán todo el cubrimiento de los medios y siempre habrá una voz que se oponga firmemente.  Yo solo puedo ofrecer la poca comprensión que tengo.  No es mucho, pero es todo lo que tengo. 








martes, 5 de octubre de 2010

Música que he estado escuchando últimamente.

Es extraño.  Hace unos años hubiera creado un blog para hablar solamente de lo que me gusta (y llenar esos cuestionarios/memés tipo "1000 cosas sobre mí que todo el mundo, incluso gente que no me conoce, debería saber", como solía hacerlo antes.).  He querido cambiar un poco el tono para no sonar como un pequeño dictador en los confines de su propio blog.  La tentación está ahí.

Supongo que esto es una especie de desahogo para evitar futuros abusos de poder. 
  • El colectivo francés Valerie comenzó como una comunidad de músicos/bloggers con un interés casi académico en el sonido y la estética de los 80's.  Más allá de la tradicional visión irónica/hipster, Valerie nace de un amor legítimo por el sonido y el look de una era.  Proyectos como Anoraak, Electric Youth (agregados culturales canadienses a la causa) y College evocan una nostalgia ausente de malicia y colaboran entre sí a través de mezclas y colaboraciones que concretan una propuesta increíblemente evocativa.  Valerie crea bandas sonoras anacrónicas, atemporales, imaginarias y perfectas. 
  • Prefab Sprout es, posiblemente, una de las bandas británicas más subestimadas por el público.  Paddy McAloon (posiblemente el nombre más chistoso en la historia de la música popular) escribió y compuso verdaderas joyas del pop - que tristemente pasaron desapercibidas acá.  Quizá es momento de escucharlos más detenidamente.  Ideal para fans de Crowded House, The Smiths y Tears for Fears
  • Vuelve Interpol -¡al fin!- con un nuevo disco homónimo.  El bajista Carlos Dengler abandonó la banda amistosamente para seguir con sus proyectos personales.  Aunque el disco no muestra la misma fuerza de los anteriores (algunas canciones del disco abusan de los teclados y se pierde el juego característico de guitarras entre Paul Banks y Daniel Kessler), son una buena muestra de canciones que se deja escuchar.  Palidece un poco, comparado con Turn On The Bright Lights y Antics (sus dos primeros trabajos), pero es buen disco.
Una pequeña muestra de lo que he estado escuchando últimamente.  ¿Qué han estado escuchando ustedes?  ¿Qué me sugieren?

Misceláneas, desordenadas y desveladas (1)

  • Santos presentó un plan para combatir el crimen urbano que incluye el incremento de fuerza policial.  Si tenemos  en cuenta algunos hechos recientes, creo que se está abogando por soluciones facilistas: tener más policías y no educar a los que tenemos para ser eficientes, honestos y humanos.  ¿Para qué? Así se generan empleos, se rehabilitan criminales y se incrementa la fuerza pública de una pedrada...
  • "Una vez más América Latina es escenario de intentos de desconocer la voluntad de los pueblos por parte de grupos de derecha, apoyados y financiados desde los Estados Unidos para desestabilizar los gobiernos progresistas que han alcanzado el poder en la región gracias al apoyo popular." (Tomado del sitio de Radio Nacional de Venezuela). Me encantaría obviar la redacción miserable de este párrafo, pero no puedo. Lo que me resulta divertido es el artilugio retórico (burdamente primario) con el que se rechaza la influencia yanqui (¿será posible abolir ese término del discurso izquierdista?  ¿por favor?) y no la figura del golpe de estado - ni pendejos que fueran...
  • Siguiendo con mi expedición a través de Los 40 Principales, encontré lo que posiblemente es la conjugación de absolutamente TODO lo que considero abyecto en la industria disquera.  En este caso tengo que ser absolutamente inflexible:  la producción, la letra, la canción, el abuso de AutoTune, la vulgaridad sin gracia... mierda... la falta de inventiva para hablar de situaciones sexuales... TODO en esta canción es desagradable.  Y es número cinco en el listado.
  • Después de escuchar por segunda vez (y última, al menos voluntariamente) lo anterior, creo que vale la pena hablar de algunos grupos que he estado escuchando últimamente.  Por estos días lo haré.  
Espero ver más comentarios, preguntas, opiniones y aportes.  Necesito dormir...

lunes, 4 de octubre de 2010

La voz de una generación

Ayer visité la página de Los 40 Principales.  Era domingo y, aparte de mi curiosidad morbosa o el tedio que acompaña a estos días, quería saber qué estaba escuchando la gente.  Sé que estas emisoras cumplen dos funciones básicas: hacer ruido ambiental y mantenerse a sí mismas comprando a la audiencia con boletas para conciertos.  Aún ignoro hasta qué punto inciden en los consumos culturales de su audiencia.  Si tienen alguna incidencia, creo que debo preocuparme un poco.  A veces, no basta con simplemente apagar la radio.

Está claro que la música popular está pasando por un período oscuro.  Los músicos saben que la venta de discos representa solo una pequeña parte de sus ganancias y que no van a poder vivir de las regalías, así que el esquema del mercado ha cambiado bastante:
  • Los discos son cartas de presentación y no productos con mérito artístico en sí mismos.  Los avances tecnológicos han puesto herramientas de producción y masterización en manos de muchos.
  • Internet sirve como una herramienta de difusión (legal e ilegal) de música.  Por eso, aunque producir un disco es mucho más barato que hace cinco o diez años, no es rentable.  Supongo que es posible vivir de las regalías, pero eso implica payola (pagar para que un tema suene varias veces en la programación de una emisora) y tiempo (que no resulta rentable para las disqueras, ya que éstas han invertido una cantidad de dinero para crear un paquete publicitario y necesitan reintegros con ganancia para mantenerse a flote)
  • Por lo anterior, las disqueras hacen dinero de muchas otras formas:  ringtones, memorabilia, ediciones especales, DVDs y eventos.  Adaptar los contenidos a estos formatos implica un corte notorio en la calidad de las canciones (¿No han notado que hay, quizá, demasiadas canciones que hablan sobre teléfonos?)
Este panorama distópico fue la base del cambio más radical en la relación entre medios masivos, artistas y productores.  No es un fenómeno nuevo, pero ha llegado al descaro:  La industria ya no se toma la molestia de investigar tendencias porque resulta mucho más fácil imponerlas.  Los ejecutivos jóvenes que gestaron la "radio juvenil" (o, mejor, que calcaron los formatos con más éxito en un sector demográfico) entendieron que resulta más sencillo producir barato y vender caro.

Posiblemente este descubrimiento está al mismo nivel de "el agua moja".  Pero lo sorprendente es el radio entre costos de producción y ganancia/difusión.  De otra manera, no se explica que en Los 40 Principales el número uno sea alguien que se hace llamar Jiggy Drama (hago énfasis en "se hace llamar". Estos epítetos postizos son producto de un ego inflado, no de la malicia del prójimo).

Me gustaría que escuchen esto y me respondan las siguientes preguntas:

  1. ¿Tendríamos que alertar a Pau Donés (y a la gente de Jarabe de Palo) sobre un posible plagio?
  2. "Flaca, tirame un hueso"  es uno de los piropos más viejos del galante repertorio nacional.  ¿La próxima canción de Jiggy Drama tendrá como estribillo "Yo soy pirata/no por el oro/no por la plata/sino por el tesoro que tienes /entre (... bueno... creo que ustedes se saben el resto)"
  3. ¿Escuchan el efecto sonoro de "poing", como el que usan en Tom y Jerry cuando a Tom le arrancan un bigote?  ¿Qué carajo estaban pensando?  
  4. "No me cortes la cara como si fuera Al Pacino/De Palma/calma/Soy El Padrino".  ¿Qué clase de DVD pirata compró este tipo en el que Brian De Palma aparece en los créditos como director de una película de Francis Ford Coppola?
  5. "...y veras como la rumba se enloquece/esto es fiesta de locos/como Calle 13". ¿No es un error garrafal citar a un mejor artista en una canción mediocre?  ¿Esto está en la línea delgada que hay entre el homenaje y el agravio?
Si esta es la voz de una generación y esto es lo que la gente quiere escuchar (demográfico de personas entre los 16 y los 25 años), bien por ellos.  No me interesa ser árbitro del buen gusto y no tengo las tripas para ser uno de esos productores radiales que buscan "lo que pega".  Lo que me preocupa es que el éxito de este tipo (si se le puede llamar un éxito) obedece a las circunstancias decadentes de la industria y no a la demanda.  No creo que esté mal que exista musiquita para tomar e irse de rumba pero, tristemente, eso es lo único que se está produciendo en el mainstream. 

Más allá del clásico discurso de la promoción de la ignorancia y la frivolidad o el de la responsabilidad de los medios en la formación de opiniones (que es, en últimas, responsabilidad del individuo y no del zeitgeist), me preocupa pensar en la agenda de una industria que ha ido bajando progresivamente sus estándares a niveles cercanos al lenocinio.  Una generación ha aceptado lo que para generaciones anteriores es inaceptable, un proceso natural en nuestra cultura.  Solo que, en este caso, lo inaceptable no está hecho de las esperanzas, consignas y luchas de una juventud.  Era cruel cuando los medios explotaban las necesidades adolescentes a través de un mercado subcultural (moda hippie, moda punk, moda new wave, moda "urbana", moda grunge, moda...) que trataba de leer y suplir las herramientas para encajar en el estereotipo. Pero es mucho más cruel suplir ideales.

La voz de una generación es Jiggy Drama.  Espero que sea la última generación.

sábado, 2 de octubre de 2010

Debut Kaput

Intro

Todas las mañanas, antes de salir de la cama y vivir el día, me repito a mí mismo:  "Por cada ochenta mil criminales hay alguien escribiendo una novela.  Por cada doscientas telenovelas, hay una película de John Hughes.  Por cada mil personas que se aprenden la cancioncita del Waka Waka, Air hace una banda sonora."

Es trágico, pero es cierto.  Pero es trágico.

Debut Kaput

Mi problema es que soy un ateo con crisis de falta de fe periódicas.  A veces trato de creer.  Nunca en Jesús, nunca en religiones organizadas: cuando me dan estos ataques, creo en una entidad que mantiene el balance de las cosas y regula el paso de almas a donde sea que vayamos a dar cuando morimos.

He tratado de creer que existe una fuerza capaz de transformar toda mi mala leche en amor, mi desgano en pasión y mi pasión en dólares.  Hasta el momento, ni los televangelistas ni los infomerciales han logrado convencerme.  Sigo siendo ateo y, aunque me seduce el agnosticismo, la idea de un Dios me parece cada vez más inútil.

Trato de creer en la Humanidad pero, a veces, ésta parece ser la abstracción más confusa de todas. 

Credo (Misión/Visión)

Por eso creo que no existe el "Diseño Inteligente".  El orden, la simetría y la complejidad son valores abstractos derivados de nuestra evolución como especie.  Es algo puramente perceptual y, por tratarse de algo subjetivo, no es concluyente.  Cada vez que estoy a punto de musitar "milagro", recuerdo que hay un sinfín de procesos que se afectan entre sí y que la naturaleza metafísica de las coincidencias solo me indican que estoy haciendo preguntas equivocadas.  Si esto es "Diseño Inteligente", el diseñador no tenía ni la menor idea de las fechas de entrega o de cómo usar una escuadra.

Por eso no me molestan las incongruencias.  Es posible cambiar de opinión siempre y cuando el proceso tenga sentido.  En el siglo XIX, a los filósofos y artistas trásfugas se les conocía como "sifilíticos" y su disidencia se curaba con saludables dosis de ostracismo.  A veces, cuestionar nuestro juicio es la mejor forma de recordarnos que todavía lo tenemos. Creo que es hipócrita quien se obliga a mantener una posición, no quien entiende que los cambios de vida implican mutaciones filosóficas.  Se es consecuente con el corazón y luego con la lógica (evité la rima... no me hubiera perdonado terminar la frase con "razón".  Suena un poco a eslógan...).

Por eso siento que un día me levanté en un mundo que no entendía:
  • Los productores hacen más plata y son y más importantes para la industria del entretenimiento que los artistas.  Podemos culpar al MP3, pero eso no justifica que los Black Eyed Peas sean "músicos" famosos cuando no tocan instrumentos, AutoTune canta por ellos y las letras...
  • ...momento: ¿Las canciones de los Black Eyed Peas tienen letra?  Ve... lo que uno aprende...
  • En Estados Unidos, los conservadores son los nuevos rebeldes.  Los comunistas, los progresistas y los nazis están en el mismo paquete (al menos en la cabeza de Glenn Beck y en las alucinaciones de Rush Limbaugh y la cabeza de marrano de Bill O'Riley).  Si este "conservatismo alevoso" no estuviera tratando de colarse en el imaginario colombiano, no me preocuparía, pero somos muy dados al patrioterismo barato, a las victorias pírricas, los "triunfos morales", y a perder para ganar un poco.
  • En Colombia, los partidos políticos nacen para apoyar candidatos, no ideales.  Si el candidato no llega al podio, los ideales (así sean nobles) mueren.  No nos digamos pendejadas:  El Partido Verde se marchitó y cada quién cogió por su lado.
  • En Colombia, la clase media-alta se siente protegida de nuestra problemática (me incluyo humildemente) cuando, simplemente, está demasiado ocupada comprando cosas que no necesita con plata que no tiene para impresionar a gente a la que le importa un carajo.  Aquí se hace lo que nosotros obedecemos.
  • Hay punkeros conservadores (¡En el país del Sagrado Corazón!) que dejan caer un rosario de nombres (Johnny Ramone, los Misfits más otoñales, Agnostic Front), pero se olvidan de Henry Rollins, de Jello Biafra, de los otros Ramones y de Glenn Danzig.  Ya nadie recuerda qué carajo era el punk.  Yo no lo recuerdo muy bien.  Solo temo el día en que Jello Biafra le conceda una entrevista a Julito en La W o que "Shake Appeal" suene en Melodía Estéreo.
Por eso escribo.  Porque entiendo cada vez menos y quiero saber cada vez más.  Porque creo que mi opinión está incompleta si no tengo la oportunidad de compartirla y discutirla con alguien más.  Porque llevo mucho tiempo alienado y me gustaría saber hasta qué punto me separé de todo.  Escribo para no permitirme ser obsoleto.  Escribo para confirmar o contradecir a Frank Zappa cuando dijo que el elemento más abundante en el universo es la estupidez y no el hidrógeno.

Escribo porque tengo más preguntas que respuestas.

Espero que ustedes puedan responder a mis preguntas con más preguntas.